lunes, 19 de octubre de 2015

Revoi(lusión)

De todas las revoluciones que prefiero  -relevo y conmuta de la palabra-  enternezco sobre las que emergen de este vasto espectro designado, las que huyen para revolucionarse ellas mismas, las que renuncian al lenguaje y buscan la contradicción en sus propios nombres.

De las revoluciones que deseo, las que escarben el ojo propio y colectivo, las que hurguen entre las heces de un pueblo roto y encuentren diamantes entre el asco, la higiene, el ocio y la prisa. Las que desgoncen la mirada. Las que persigan el oleaje desembocado entre saliva y vuvuzelas en la plaza. Las que irrumpan el coito entre pensamiento-cuerpo, y gesten verborreas carnales que asalten la hegemonía humana, en esta multiplicación de especies.

De todas las revoluciones que aleteo, las que transiten por lo carnoso del túnel y me lleven a la serenidad de un desagüe cálido, las que abracen los cuerpos sin punzar los ombligos. Las que migren de la penumbra de la palabra y luchen desafiando el sitio.  

ESC

Descarrila la expresión de tu mirada, que un ojo palpita atrapado en sí mismo. 

Escupe, escupe la palabra para conocer tu aliento. 

Defeca en tu mano la historia, la noción del mundo y escribe. 


PeriferiaC

Sepultada es la memoria de un pueblo que se deshace en el olvido, en lo innombrable de los mapas, en lo vacío del lenguaje. 

Temor gira en los frágiles neumáticos de un ala vencida.

Avanza sin rumbo este ojo desgonzado a orillas de la periferia convulsa. 



Hueso/Historia.

Cansancio permanente del cuerpo.

Del verbo sexo me conjugo, sin embargo, jugar más allá del sexo deseo. 

En lo vivo de un pensamiento libre, migro de la capital corpórea a la marginalidad precisa, a lo innombrable de este lenguaje tan sobre expuesto y tan vacío.

Cansancio del cuerpo nuevamente. Despellejando pensamientos, muta una piel sin carne a la poesía de un hueso con historia.