viernes, 31 de mayo de 2013

Hablo/*

Hablo con vos y todos mis sentidos despiertan, empieza un movimiento en mi vulva que rápidamente cambia su forma y toma volúmenes surrealistas.

Verte desde esta distancia no tan lejana, inicia visiones con zoom que se van en las diferentes rutas de tu cuerpo. Observo tu barbilla, tu boca moviéndose, escupiendo palabras y sonrisas, lengüetazos y mordidas en los labios.

Me desprendo de la mirada y me voy en un túnel que baja por mi garganta hasta llegar a venus campo rosado, bajo el que sucumben transformaciones de piel, movimientos de carne, goteos constantes, resultado de la energía que chispea todo mi cuerpo, sobre dosificándolo hasta movimientos de expulsión de energía que suelto con mis manos apretadas a tu cuerpo.

Regreso a la mirada, y vuelvo a irme entre tus cuencas, y todo es dulce en ese momento de silencio, donde tus ojos saben a cereza y tus hombros dibujan en mí líneas bellas de colores.


El silencio invade silencio, y no hay necesidad de abrir la boca porque mi subjetividad explora cada código que le resulta legible de tu forma amorfa que se dibuja en mí. 

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