Tumbada en la humedad de recuerdos vagos,
profundizo en la distancia de mi ojo y la realidad que vive en las
calles/multitudes
Respiro desde acá y la pestilencia de la caca oculta en el
cerebro me perturba.
Los intestinos son, el mejor destino para evacuar la
estupidez y materializar la existencia… Hoy llego más allá y soy, un pedazo de
intestino/cerebro que defeca pensamientos, ideas, imágenes y sentimientos
rotos.
Me hago pedacillos, me deconstruyo y bajo mis escudos para
que pase la tormenta. Sacude, la presión de mi cuerpo se sacude asqueada de la
humanidad, de los simulacros y las utopías falsas.
Hoy soy, una misántropa en
la urbe que reina imaginando espacios abiertos, silencios y vacío que tanto se
anhela en estos días donde la sobrepoblación se me hace insoportable.
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