Queda un cuerpo abandonado, quebrado en el fragmento, herido agujerado en ausencias que atraviesan los cuerpos
En orfandad, materia solitaria se derrite bajo el sol del verano, quisiera a veces que el mundo tragara mis fluidos y con ellos mis nutrientes, pero esta vez soy, un mar sin arena que lo succione y lo escupa a cada oleada
Nado en soledad desde este atardecer que se apaga en mis entrañas, me aferro al recuerdo del sol en palabras efímeras que se van con la luz y desaparecen
Me incendio en este vacío, sin cueva alguna que me rescate de estos melancólicos paisajes con tu mirada difuminada en el horizonte
¿Cómo dejo de observar tus pupilas frente a mi si tengo una escarificacion de tu mirada en mi mente?
Vi al sol reposando en tu iris aquella mañana y puse mi fe en la humanidad aunque viví siempre con la certeza de la farsa
Busco encontrarme en un solo cuerpo, y dejar de perseguir los otros yos que se escurren por mis piernas
Voy a soltar la última flor, voy a abandonar los cementerios llenos de arcoiris que me desplegan tu mirada
Correré hacia el horizonte, donde espero no encontrarte, ni encontrarme, ni encontrarnos
La huida tras la ventana abierta conecta al barranco de mis emociones y yo, me lanzo a la alegría de no volver
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