Chica marciana de otro planeta al cual me aferro por ley de atracción, no logro olvidar esas luciérnagas titilantes que llevas por pupilas… las cuales alucinaron y trastornaron mi perspectiva del amor espacial.
Recorriste mis entrañas sin gravedad y te enredaste en ellas sin ninguna dificultad.
Lluvia de meteoritos cuando existían celos y concierto mudo de estrellas cuando el sol nos llenaba de energía creadora.
Comunión de planetas mientras compartíamos una única esencia por el ciber espacio con diferencia de millones de años luz.
Tu mercurio y yo plutón.
Tu con costumbre de calor pasional y yo con una forma fría, lejana y escondida de amar.
Por un tiempo me instale en el caribe del universo y sentí como el sol junto a mercurio derretían mi ser planetario de amor.
Recorrimos la luna casi diariamente y nos hundimos en lagunas de misterio, ternura y sensualidad.
Mercurio, MERCURIO!...
Tuve que regresar a mi lugar… siempre de último y en infinita soledad pero ya no vine como un ser planetario, vine como PLUTON! Con influencia de mis Dioses poéticos… luna y sol.
Y ahora miro hacia mis inicios y realizo que mi plutoniana esencia existió desde como quiera que haya sido la creación.
0 comentarios:
Publicar un comentario