El síndrome de la creación invade mi cuerpo y ensucia mi corazón.
Cualquier pequeño movimiento…
Cualquier intento de motivación…
Frescura, dolor, alegría y por que no rencor… hacen de mi cuaderno una guarida de emociones al por mayor.
Todo se vende al mejor postor, lo físico, lo tangible, lo sexual y la burocracia se convierte en un asco social.
Chayes que cortan, alegrías que destrozan…
Las noches algunas cortas y otras demasiado amorosas.
El miedo perturbante, tu mirada tan profunda e intimidante…
Nervios y pasión a flor de piel…
Intentos falidos, pasiones erróneas, lagrimas sin sentido y corazones que rebotan.
Tantos caminos… semáforos, diagonales y postales de ciudades inimaginables a las que el ser humano por naturaleza desea llegar pero tan solo el boleto de ida se vende a precios inalcanzables y nos dejan una ola de frustración…mezcolanza de tristeza, deseo y devoción.
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