viernes, 14 de junio de 2013

*SomosHomos

Y la vida nos va llevando, a vos y a mi en este frenético recorrido. Desde tocar las palmas de las manos, hasta la unión de nuestra genitalidad poderosa en energía centralizada ahí, en el punto en que se abre y se erecta y se nos vuelve una.

Somos pues presas y cazadoras institucionalizadas a la especie humana. Murmuramos deseos entre piernas, nos conectamos por la boca y movemos nuestras lenguas dibujando imágenes en el interior de la carne ajena. Somos, animales enloquecidos, configurados a deslizarse en una superficie, a besarse los labios y penetrarse con las lenguas, a chupar la piel, el cuello, el ombligo, los genitales y las tetas. A moverse uno encima del otro, jadeando de placer, con la mirada desorbitada viendo otros paisajes en las pupilas dilatadas de la otra como en un espejo. Envueltas en movimientos que dibujan líneas en el cuerpo, yo ya no puedo obviar esta mi percepción humana sobre la codificación de la naturaleza desplegada también en nuestros cuerpos.

Después de tantos años luz, ya no pretendo concebir humanidad natural y primitiva, es absurdo pretender con tanto bombardeo y los rumbos que va tomando la evolución de nosotrxs lxs humanxs, seres tan modificadxs por nosotrxs mismxs.

Gemir, gemir y gemir desde este análisis interior de las sensaciones que se van experimentando a cada respiración, vuelca al orgasmo sobre mi, salpicando desde mi cerebro hasta la superficie.



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