Lo mío no existe –hablo
desde la propiedad- lo mío está en las manos del mundo
Entre pieles sudorosas - se derriten mis pertenencias -y no tengo nada más, que este conducto que prosigue latiendo
Lo mío no existe –me
lo arrebató la vida cuando me regaló este cuerpo-
Suficiente valor en las entrañas – suficiente alcance desde
estas uñas que arañan lo ajeno- suficiente vacío en esta carne sin rumbo, en
este aliento sin tope, en estos ojos sin dueño.
Lo mío no existe –se
lo llevo un animal entre el rabo para esparcirlo sobre tierra sedienta-
Es pura ilusión De
mis manos el sentir algo palpable fuera de este hueso carcomido por polillas de
invierno –
Lo mío fue, atrás
de mis pupilas, donde la luz vomita y engendra imágenes que solas se reproducen
en mi mente.
Lo mío son -esos
destellos morados- de soles oscuros que amanecen en mí cuando cierro los ojos
Lo mío será - esos
instantes de asombro en los que robaré la belleza del cuerpo- esos suspiros que
liberaré desde la cuesta más empinada de estos desequilibrios-
Lo mío será –la
constancia del cambio- el abandono del ayer y la espera del mañana como promesa
del pasado y certeza del futuro.
Me llega que vas llegando cada vez más cerca de esa claridad de la que hablamos, que un cacho de limpieza dejé tu sonido mas puro y cercano a lo que uno escucha cuando vos lees, obviamente hay más por hacer, pero ya se va viendo el resultado.
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