lunes, 6 de enero de 2014

Sueño Tzunami

Hoy que acariciaste mi entrepierna, ya no sentí el vacío.

Me acariciaste lentamente, como atrapando con tu mano las olas sin romperlas. Yo inevitablemente me hice mar, y mi sal regreso a las gonadas palpitantes que me laten en la cabeza.

Bajé mi mirada hacia tus manos blancas sobre mi piel morena, me encantó ver el vai ven de tus manos a la orilla de la playa y sentir la plenitud de mi caracol expandiéndose a sus anchas.

Sentí al submarino tentado a escupir mil kilos de sal sobre tu carne abierta. pero me hundí antes de tiempo, ahogada en el sueño de un tzunami.

Maremoto interno me despierta y me devuelve a la arena.

Secas corazón, ni vos ni yo somos las mismas.

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