sábado, 6 de julio de 2013

Pxtrxx

Camino por todas partes y desde estos ojos puedo ver los miles de ojos/bocas/dientes/lenguas/puños/y pies del maldito patriarcado. Somos pues hijos del padre. Humanidad condicionada, bajo un sistema que como un pulpo con sus tentáculos ha llegado a enraizarse en nuestros estados primarios, a impregnarse en nuestra genética y a naturalizar nuestra "naturaleza" para justificar la erección de la flecha con la que rompen los cielos y jerarquizan la tierra. Somos camadas malditas, que reproducen las relaciones programadas, desde el yo/mismx, hasta el relacionamiento con la inmensidad del universo que nos acoge en esta existencia transitoria bajo la condición de especie humana.

Quiero correr, esconderme,  cerrar los ojos y no seguir viendo más porque esta realidad que se dibuja frente a mis ojos cada día me gusta menos, porque esta línea que se dibuja en mi frente a cada movimiento de cuerpo me deja ver los profundos condicionamientos que incluso rigen nuestras formas y me vuelvo loca

Los rituales de relacionamiento social, desde los estándares de confort son incuestionables, pero para  este cerebro piloto, incluso cuando el ritual viene adornado como un gesto bien intencionado, si siente al círculo detrás, también entiende que la aceptación de este, cumple una misión al dejarse alcanzar por la insistente erección de los machos demostrando su caballerosidad...Son prisioneros ellos también, pero la desestructuración hay que procurarla desde la acción misma de la existencia...

La desprogramación se posiciona como un largo recorrido hacia la realidad que quiero consumar antes de transformarme

A veces/todo el tiempo, me dan ganas irme a las raíces de la tierra, regresar cinco mil años atrás y llenarme de certeza de que así como nació este patriarcado, terminará.



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