viernes, 28 de octubre de 2011

Yos

Cuando duele el corazón,
no hay nada mas por decir,
Al final son las lágrimas,
las que gritan en silencio.

Cuando duele el corazón,
mi cuerpo se transforma en desierto,
y yo desaparezco,
yo me escondo,
yo asustada gateo hacia las entrañas de mi madre,
e hincada le imploro vuelva a abrigarme en su vientre,
vuelva a embriagarme con su leche,
Pero sobretodo le ruego,
nunca vuelva a parirme de nuevo.

No quiero estar sola,
Porque estar sola significa estar a solas con todos esos yo,
prisioneros de mi existencia.

2 comentarios:

  1. Las lágrimas prescinden de palabras.
    Desgarrante lo que le llegarías a rogar a tu madre ante el corazón en dolor.

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  2. no sabes hasta donde me identifique con este post.
    gracias por compartir tus poemas con nosotros Numa.

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