¿A dónde vamos a saltar? Si nuestros cuerpos yacen bajo el
cemento de nuestra historia
De la asfixia se fugó un último aliento a inocencia perdida
Cruzaremos la carretera partida de la memoria, y seremos el
perro deshecho, que nadie quiso levantar, ni siquiera sus recuerdos baldíos
Preguntas por qué el silencio, sin embargo, esta ciudad que
calla, escupe voces que trepan las miradas, los árboles y los muros, las
gargantas secas.