Hoy salí a la calle y los niños corrían,
Corrían con cuchillos en las manos,
Jugando a puyarse y a pintar las aceras de sangre, para así colorear el ambiente.
Hoy deambulaba por la ciudad roja,
La de calles rojas,
Paredes rojas,
Esa ciudad en donde la vida apesta a muerte y la muerte apesta…a vida olvidada,
Donde las penas se ahogan en los abismos de los barrancos,
Donde la vida vale el pasaje del bus con destino a la desgracia,
Donde urge mano dura para seguir aplastando nuestros cráneos y así volvernos más idiotas,
Si… esa ciudad que todos conocemos,
Que todos anhelamos en el futuro como un paraíso perfecto.
La ciudad de la eterna primavera,
Del clima perfecto,
De las tierras madres que manchadas de sangre alimentan a los hijos del mundo.
Pobres tierras que por siglos han sido pintadas con la sangre que a diario tributa el pueblo…
Despintemos nuestras tierras,
Lavemos nuestra historia y sembremos la semilla del futuro,
Limpiemos los ojos de los niños que nacen llorando sangre para que así ellos vean un futuro brillante y no sangriento.
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