Soy una mujer chapeada a la antigua,
Casada con un ser egoísta a quien después de estos años mi corazón ha dejado de importar.
Me case virgen y desde el día en que abrí mis piernas para darle paso a aquel animal enloquecido, me he quedado sin entrañas ni corazón, solo fluidos y más fluidos, provenientes de pensamientos inhóspitos, quedan ya.
Tu sol, has venido a acariciarme sutilmente tras la ventana.
A llenar mi rutina de luz para observar el cementerio de sentimientos rotos que me rodea.
El amor por este olor a muerto ya no existe más.
Esta noche dormiré anclada, como siempre, a este barco hundido en el mar de lágrimas de mis deseos ocultos…
Pero no tardare mucho en escapar, pues cuando llega la media noche camino hacia tu casa y me masturbo al verte dormir con la soledad.
Algún día volare,
Como una gaviota que emigra de un bote soterrado en el fondo del mar,
Y jugare en tu océano por una noche…
Me ahogare en el y mientras me voy quedando sin oxigeno, gemiré poesía para vos.
Casada con un ser egoísta a quien después de estos años mi corazón ha dejado de importar.
Me case virgen y desde el día en que abrí mis piernas para darle paso a aquel animal enloquecido, me he quedado sin entrañas ni corazón, solo fluidos y más fluidos, provenientes de pensamientos inhóspitos, quedan ya.
Tu sol, has venido a acariciarme sutilmente tras la ventana.
A llenar mi rutina de luz para observar el cementerio de sentimientos rotos que me rodea.
El amor por este olor a muerto ya no existe más.
Esta noche dormiré anclada, como siempre, a este barco hundido en el mar de lágrimas de mis deseos ocultos…
Pero no tardare mucho en escapar, pues cuando llega la media noche camino hacia tu casa y me masturbo al verte dormir con la soledad.
Algún día volare,
Como una gaviota que emigra de un bote soterrado en el fondo del mar,
Y jugare en tu océano por una noche…
Me ahogare en el y mientras me voy quedando sin oxigeno, gemiré poesía para vos.